Este parece ser un eterno debate pero más que un debate
lo que en realidad enmascara son emociones y creencias basadas puramente en
generalizaciones emocionales. Las personas no defienden una religión porque sea
lógico sino porque sus emociones le obligan a ello. Las personas que creen que
los líderes nacen y que si no eres un líder nato no se puede aprender a serlo piensan
así porque ellos temen el cambio o intentaron cambiar algo y les salió mal y
ese miedo es el que les lleva a hacer tales afirmaciones y defenderlas.
No defienden un punto de vista lógico y objetivo en
realidad están defendiendo y excusando su miedo, recordemos que a las personas
les cuesta mucho admitir cuando tienen la culpa y para evitarlo se inventarán todo tipo de milongas o incluso echarán la culpa al
vecino, todo vale con tal de no admitir y escurrir el bulto.
Un líder
se hace
Imaginemos por un momento que
cogemos al hombre más patán que encontramos y le preparamos para que sea líder.
Le peinamos bien, le vestimos bien, le adiestramos para mejorar sus habilidades
sociales, mejoramos su capacidad de argumentación, vocalización y le damos una
formación completa para convertirlo en un líder. Por muy mal líder que esa
persona fuera antes de recibir la formación, una vez formada la cosa cambia
totalmente y eso no se puede negar.
Un líder
nace
Hay personas que por su genética
han heredado los requisitos necesarios para liderar. Tienen facilidad de
palabra, sus cuerdas vocales están mejor preparadas y de forma natural sienten
muy buenas sensaciones al sociabilizar, liderar, al hablar… con lo cual les
facilita mucho el aprender y mejorar su liderazgo.
Lo cierto es que nadie nace
enseñado y un líder no nace tal cual sino que nace con una predisposición
genética que le llevará a adquirir más fácilmente habilidades de liderazgo
porque su genética está preparada para ello y porque hacerlo le reporta buenas
sensaciones. Por el contrario, alguien con genética tendenciosa al miedo social
o liderazgo puedes tener también buenas cualidades de liderazgo pero dado que
no siente emociones positivas al liderar o sociabilizar, sino que siente malas
sensaciones esa persona no será líder porque no le gusta, quizás le gusta la
idea pero el miedo es más fuerte que sus ganas.
Así que el líder no nace nunca,
como mucho nace con predisposición genética para ser líder pero nadie nace
sabiendo como liderar un país, empresa, su vida, grupos… Todos aprendemos a lo
largo de la vida y precisamente por eso tiene sentido y gracia la vida.